Los animales habitan todos los confines de la Tierra. Han conseguido adaptarse a los climas más inhóspitos y logrado sobrevivir. En los climas fríos tienen pelo largo, capas de grasa u orejas pequeñas. En los climas cálidos, los animales disfrutan de una mayor cantidad de oxígeno. Las hojas puntiagudas de los árboles de la taiga se vuelven fertilizantes naturales y ayudan a este medio ambiente a conservarse a sí mismo. Los bosques tropicales son los lugares donde hay mayor número de tipos de seres vivos. La amplia variedad de plantas y animales que existen ha dependido de su capacidad de adaptación. Adaptarse, sobrevivir y vivir son formas de demostrar el poder de la vida.